¿Sería usted capaz de cambiar su destino de vacaciones por ir a visitar las zonas de exclusión de Chernóbil o Fukushima?
Puede parecer extraño, pero cada vez son mas los interesados en conocer estas zonas de alienación que rodean a las centrales nucleares.
Las catástrofes de Chernóbil y Fukushima han sido consideradas como las más graves de la historia de la energía nuclear. Tanto es así que son los únicos acontecimientos que han alcanzado el nivel 7 de la Escala Internacional de Accidentes Nucleares (INES). Aunque tantos las causas como las consecuencias de estos accidentes han sido diferentes, el paisaje que han dejado tras de sí es prácticamente el mismo.
Por cronología, el primero en recibir este tipo de visitas ha sido Chernóbil. A partir de los primeros años de los 90 muchos eran los visitantes que merondeaban por la zona; turismo que no se legalizó hasta 1995. excursiones que aumentaron en 2002, después de que las Naciones Unidas publicara un informe aclarando que la permanencia en el área ya no podía causar daños en la salud. El turismo también creció en 2007, tras lanzar un videojuego que transcurría en Chernóbil; y en 2009, cuando Forbes nombró en la zona como el destino mas “exótico” del mundo.
Pese a que hay decenas de agencias encargadas de organizar viajes a la zona, todavía hay una gran cantidad de personas que llegan a los alrededores de Chernóbil de manera ilegal, los autodenominados ‘stalkers’. Una moda que se afianza y que ha creado su propia subcultura, con páginas web y foros en los que intercambian mapas, guías y consejos de la zona.
Además de los ‘stalkers’, hay personas que viven ilegalmente en la región, conocidos como ‘samosely’, gente que vivía en Chernóbil y decidieron regresar a sus casas.