En plena era del ciber-espionaje, China ha lanzado al espacio el primer satélite de telecomunicación cuántica del mundo con el objetivo de que le ayude a establecer un sistema de comunicaciones entre la Tierra y el espacio “a prueba de hackers”, el último avance de su ambicioso programa espacial.
Denominado QUESS (siglas de Experimentos con Cuantos a Escala Espacial en inglés), el satélite partió desde el centro de lanzamiento de Jiuquan, en el desierto del Gobi, y durante dos años dará un giro alrededor de nuestro planeta cada 90 minutos a una altura de 500 kilómetros, con una órbita sincronizada con el Sol.
De acuerdo con la agencia china Xinhua, la principal misión del aparato será la de intentar enviar mensajes cuánticos codificados que no puedan ser leídos por terceras personas, lo que supondría un gran paso hacia la construcción de una red mundial que pueda transmitir mensajes imposibles de ser interceptados o modificados a través de métodos convencionales.
Según el doctor Vadim Makaro, experto en comunicaciones cuánticas de la canadiense Universidad de Waterloo, los sistemas de comunicaciones electrónicos actuales como los teléfonos móviles son fáciles de hackear porque cada pieza de información es transportada en electrones, que pueden ser interceptados y analizados. “Un pinchazo (telefónico) separa un gran número de electrones para leer la señal, y deja suficientes electrones en la línea para llevar la misma señal al destinatario legítimo”, detalló.
Sin embargo, una red cuántica lleva la información en fotones (diminutas partículas ele-mentales responsables de las manifestaciones cuánticas del fenómeno electromagnético) y, bajo las leyes de la física, es imposible medir sus propiedades sin alterarlos. “Si un espía intenta copiar los estados cuánticos, esta acción introduce errores en la clave transmitida, y es detectado inmediatamente por los usuarios legítimos”, confirmó Makarov. El sistema incrementa la seguridad porque un fotón cuántico no puede ser ni separado ni duplicado, por lo que es imposible pichar, interceptar o descifrar la información transmitida.
Una nueva era de la comunicación
Si bien investigadores de todo el mundo han logrado transmitir con éxito mensajes cuánticos por tierra, una red de satélites basada en este sistema haría posible el envío de comunicaciones cifradas de forma instantánea a nivel global, y abriría la puerta a otros posibles usos de esta tecnología.
En los últimos años, la mejora de los sistemas de ciber-seguridad se ha convertido en un asunto capital para China, desde las revelaciones hechas por Edward Snowden de que el país americano realizaba tareas de vigilancia globales a través del hardware que venden sus empresas.
“Este lanzamiento marca una transición en el papel de China, que ha pasado de ser un seguidor en el desarrollo de la tecnología de la información a ser uno de los líderes que guiarán los futuros logros”, aseguró Pan Jianwei, científico jefe del proyecto.
El QUESS, también llamado “Micio” en honor a un científico y óptico de la civilización oriental que hace 2.500 años inventó la primera cámara oscura, también investigará durante su misión el gran misterio científico de los cuantos entrelazados -que puede servir de base para la teletransportación-, un avance tecnológico de ciencia ficción pero que los científicos chinos intentan llevar a cabo con estas mínimas expresiones de la Física.
Según la teoría, si dos partículas están entrelazadas, el cambio en el estado cuántico en una de ellas debería alterar a la otra, sin importar la distancia de las partículas. Por eso, el satélite intentará confirmar esta idea teórica transmitiendo fotones a estaciones de control espacial chino situadas a 1.000 kilómetros una de otra. “Creo que China tiene la obligación no solo de hacer algo para ella misma -muchos otros países han estado en la Luna o han hecho vuelos espaciales tripulados- sino por explorar algo desconocido”, sentenció Pan sobre la misión.
Estados Unidos ve con recelo sus avances, y temen que quieran tomar ventaja en el espacio en caso de que en el futuro surjan conflictos.