La idea de devolver la vida a animales desaparecidos hace mucho tiempo puede parecer algo sacado de un sueño, pero los avances en ingeniería genética estrena acercando la “des-extinción” a la realidad. En el evento TEDxDeExtinction en 2013, la organización sin ánimo de lucro Revive & Restore se asoció a la National Geographic Society para dar a conocer los progresos realizados en este campo vanguardista. En una serie de charlas y artículos, desvelaron la ciencia auténtica que hay detrás de la fantasía.
Investigadores de todo el mundo están examinando distintos métodos de des-extinción, y algunos equipos están haciendo grandes progresos en el objetivo final de devolver a la vida a animales extintos. De hecho, en 2003, se logró lo imposible, aunque brevemente. Se clonó un búcardo usando una muestra de piel congelada, y sobrevivió durante unos minutos tras nacer, convirtiéndose en el primer animal que ha desafiado a la extinción. Esta increíble proeza aún no se ha replicado, y seguimos sin saber si seremos capaces de producir animales sanos, pero marcó un enorme paso adelante en la ciencia de la des-extinción.
La clonación esta cargada de retos -incluso los clones de las especies vivas padecen defectos congénitos y problemas de salud- pero afortunadamente, esta no es la única forma de revivir a las especies perdidas. Con la tecnología de secuenciación del genoma y las técnicas de ingeniería genética, los investigadores están ahora en disposición de empezar a editar la genética animal, lo que les ofrecería la posibilidad de reconstruir los genomas de animales extintos. En la actualidad se han secuencia total o parcialmente los genomas de al menos ocho especies extintas, como el mamut lanudo, y usando como mapa los genomas de animales vivos, los científicos pueden determinar con precisión las ubicaciones de los distintos genes.
Ya es posible poner lo genes de un animal en otro -esto se hace de manera rutinaria en la investigación médica- de modo que los investigadores están intentando descubrir si pueden sacar de la extinción rasgos genéticos insertándolos en los genomas de parientes cercanos vivos. Los investigadores están trabajando incluso sobre métodos más tradicionales para sacar animales de la extinción. Mediante la selección artificial (realizando cruces de animales con rasgos específicos), algunos equipos esperan crear nuevos animales con el aspecto y el comportamiento de otros que llevan tiempos muertos.
La idea de la des-extinción se ha recibido con una mezcla de emoción, escepticismo y sospecha. La versión de la ciencia-ficción no acabó bien y la realidad de la desextinción es un campo de minas ético y técnico. Para empezar, hay algunos grandes retos científicos que superar. La clonación y la recreación de ADN híbrido ya son una realidad, pero usar esas técnicas para producir animales vivos presenta todo un conjunto de obstáculos biológicos. Varios equipos han tenido problemas para lograr que los embriones se desarrollasen, y va a llevar tiempo perfeccionar el arte de criar un animal desextinto.
LOS GRANDES DESAFÍOS
A mucha gente le preocupa que este proceso sea costoso e incluso peligroso. Inquieta que los animales desextintos sean perjudiciales para los ecosistemas, o que incluso traigan patógenos desaparecidos hace tiempo. La ética de inmiscuirse en la genética y la evolución también es un tema de vivo debate, y es una enorme incógnita saber si las especies prosperarían, o incluso sobrevivirían, a largo plazo.
Los defensores de las investigaciones de des-extinción sugieren que los avances en la genética y la evolución compensarán los riesgos y los costes. Traer una especie extinta de vuelta a la vida es uno de los máximos desafíos científicos, y lograrlo sería un éxito revolucionario. Los conocimientos técnicos y biológicos obtenidos en el proceso podrían tener ventajas con un alcance mucho mayor que el campo de la des-extinción.
Sea cual sea nuestra opinión sobre la des-extinción, no hay porqué temer un Parque Jurásico en la vida real. Beth Shapiro, una experta en ADN antiguo de la Universidad de California, en Santa Cruz, y uno de los principales científicos involucrados en los trabajos de desextinción, declaró a la revista Smithsonian que “no se puede” resucitar dinosaurios, ya que simplemente no tenemos ADN suyo suficiente. Por eso, aunque la des-extinción se acerca despacio a la realidad, hay un límite claro en cuanto a lo que seremos capaces de lograr.
El ADN es frágil, y cuanto más tiempo lleve muerto un animal, mas difícil es encontrar información genética bien conservada. Sin acceso a todo el genoma, una especie está perdida para siempre. La edición genética usando el genoma de una especie similar como guía podría producir animales híbridos que se pareciesen al original, pero no supondría la recuperación de una especie desaparecida. Un futuro más rea-lista para la investigación de la des-extinción es la restauración y reactivación de especies en vías de extinción o recientemente extintas. Aunque tenemos acceso a técnicas modernas de secuenciación genética, la tecnología que conduce la des-extinción sigue siendo un desafío que resolver antes de poder devolver la vida a animales desaparecidos.
¿Podemos encontrar ADN de dinosaurios?
La franquicia de películas de Parque Jurásico se basa en la idea de la des-extinción, pero la ciencia que la sustenta está llena de fallos. Los científicos de la primera película recrearon los dinosaurios usando ADN recuperado de insectos chupasangres que se habían conservado en ámbar. Extrajeron información genética conservada de los fragmentos, la secuenciaron y luego usaron ADN de rana para llenar los huecos. El código genético completado luego se puso en un óvulo de avestruz o de emú.
Este protocolo puede parecer científico, pero las posibilidades de producir un dinosaurio usando este método son escasas. El primer desafío sería encontrar ADN de dinosaurio conservado en ámbar. De hecho, hasta ahora sólo se ha descubierto un mosquito lleno de sangre, y tenía 46 millones de años de antigüedad, que era casi 20 millones de años demasiado joven para haberse alimentado de un dinosaurio. Aunque lográsemos encontrar la muestra adecuada, sería complicado recuperar ADN de dinosaurio intacto. El ADN es muy frágil, y aunque algunos científicos afirman que han logrado recuperar muestras de insectos antiguos conservados en ámbar, ha sido muy difícil confirmar o replicar los resultados. También es extraño que la película elija una rana como el animal para llenar los huecos del genoma, ya que los dinosaurios están mucho más estrechamente relacionados con las aves.