Los elefantes duermen sólo dos horas en promedio, suficiente para cubrir sus necesidades de descanso. Investigadores de la Universidad de Witwatersrand, Johannesburgo, Sudáfrica, observaron durante 35 días a dos matriarcas de manada del Parque Nacional de Chobe, en Botswana. Para conocer sus rutinas de sueño, los científicos les implantaron en las trompas un monitor de actividad, además un collar GPS y una estación meteorológica portátil.
Con dichos aparatos obtuvieron datos precisos: los mamíferos estudiados duermen cuatro o cinco lapsos de poca duración hasta completar aproximadamente dos horas por día. El periodo más largo que permanecen dormidos es 60 minutos y generalmente lo hacen entre la 1:00 am y las 6:00 am. Son capaces de pasar hasta 46 horas seguidas sin dormir, y si esto ocurre, no ncesitan una ‘siesta’ para recuperarse.
Los investigadores se percataron de que los elefantes buscan un lugar diferente para dormir cada día, dependiendo de factores ambientales como la humedad y la temperatura del aire.
También observaron que los elefantes salvajes duermen de pie; únicamente en un tercio de las veces lo hicieron acostados en el piso.
Aunque los resultados son certeros y fueron publicados, aún no está claro hasta qué punto es posible generalizar, pues el estudio se realizó con hembras vigilantes debido a la función que desempeñan como matriarcas de la manada.
En contraste, los estudios sobre sueño que se han realizado en elefantes en cautiverio indican que ellos duermen entre tres y siete horas al día y lo hacen acostados en el piso.
¿Dormir para recordar?
En los humanos la fase REM del sueño tiene un papel esencial en la formación de recuerdos, pero en los elefantes parece no ser tan necesaria debido a su extraordinaria memoria. como este mamífero duerme de pie, es muy difícil que en tal posición entre en este tipo de sueño, pues en él los músculos se relajan. Al parecer, los elefantes no son capaces de entrar en fase REM diariamente y sólo lo hacen cuando duermen recostados (cada tercer o cuarto día en promedio), ya que manifiestan signos como contracciones, sacudidas de oídos, pierna, cola y trompa, así como una respiración irregular y vocalizaciones ruidosas. Sin embargo, el estudio de los investigadores de la Universidad de Witwatersrand sugiere que cuando estos cuadrúpedos duermen de pie también podrían entrar en esta fase pero solamente durante episodios cortos, como ocurre con las aves.