El ganador de la Vuelta a España desata júbilo en Colombia. Se corona como el mejor ciclista en la historia nacional
El triunfo de Nairo Quintana es hoy la mejor noticia de Colombia. El ciclista de 26 años ha alcanzado una proeza en la historia del deporte de su país, pero además ha logrado unir a los colombianos en un momento de polarización política por cuenta de las posiciones a favor y en contra frente al proceso de paz con la guerrilla de las FARC. El triunfo de Quintana en la Vuelta a España es un bálsamo para Colombia, es la confirmación de que el tímido joven que hace dos años se coronó campeón del Giro de Italia seguiría dándole alegría a su país.Quintana aguantó todos los ataques de Chris Froome en la última etapa de montaña y se aseguró de ser el ganador. Con el también colombiano Esteban Chaves, en tercer lugar, hicieron de la Vuelta a España un triunfo nacional. Colombia celebra y desde la mañana del sábado cuando ‘Nairoman’, como le dicen en su país, se convirtió en el ganador virtual de la competencia, la casa de su familia se empezó a llenar de fanáticos del ciclista.
"Que el mundo entero sepa que nuestro país es paz, es deporte, es amor", dijo el campeón en el podio, frente a una multitud pintada con los colores de la bandera colombiana que lo esperaba en el centro de Madrid. Sus palabras replicaron en el rincón de Boyacá en donde sus padres, rodeados de sus seguidores, aplaudían su logro.
Cómbita, su pueblo natal ubicado a dos horas de Bogotá, se ha transformado en un “museo” en homenaje al deportista. Desde que ganó el Giro de Italia, varias paredes del lugar fueron pintadas con su imagen y sus papás, que siempre se han dedicado al agro, abrieron las puertas de su vivienda para recibir a quienes querían escuchar la fascinante historia de Nairo."Hoy me siento muy feliz porque recuerdo que cuando mi hijo tuvo sus primeros triunfos nadie lo felicitaba", decía en la mañana de este domingo Eloísa Rojas, mamá del campeón.
El color rosa que recuerda el triunfo en el Giro y que ha sido estampado en una ruana, una manta tradicional de los campesinos de su región, es en un símbolo nacional en honor al ciclista. Sin embargo, sus papás dicen que el tono será reemplazado por el rojo, el color de la Vuelta a España, esa que hasta ahora solo una vez había coronado Colombia con Lucho Herrera en 1987.
Nairo, que empezó su carrera en el año 2009, mostró pronto que como corredor su perfil de escalador lo llevaría lejos. De las montañas de Boyacá, su región, pronto pasó a las europeas. La bicicleta que le regaló su padre cuando cumplió 15 años y que volvió su medio de transporte, fue su mejor entrenamiento. En los casi 20 kilómetros que debía recorrer para ir de su casa a la escuela se formó el hombre que hoy hace historia. No fue la necesidad la que lo llevó a montarse en la bicicleta todos los días en una de las zonas más frías de Colombia, fue la pasión, de la que hoy hablan quienes lo conocen, su motivación para pedalear.
"Les agradezco mucho que se tomen la molestia de venir hasta acá, esta es la casa de todos ustedes", aseguraba esta mañana Luis Quintana, el padre del mejor ciclista en la historia de Colombia. En una montaña, a donde llegaron decenas de visitantes para acompañar a la familia Quintana, se concentra la mayor celebración por el triunfo de Nairo. Frente a una pantalla gigante desde donde se seguía la llegada del colombiano a Madrid, se escuchaban aplausos, risas y llanto. La emoción de ver al deportista tranquilo, pero con el carácter y la fuerza mental y física para ser el mejor escalador, no se pudo contener.
En redes sociales, el nombre del ciclista colombiano ha estado presente desde que inició la Vuelta. Hoy con su triunfo no se habla de otra cosa. “Nairo me parece que sobresale más en todo sentido porque dos segundos puestos del Tour de Francia y campeón del Giro de Italia, muestra que es un corredor fuera de serie en todo sentido. A sus 26 años ha demostrado todo lo que puede hacer hacia el futuro”, declaró Raúl Mesa, entrenador colombiano al diario El Espectador. Nairo logró recuperar las piernas que no le respondieron en el Tour de Francia frente a un Froome insuperable, que terminó vestido de amarillo.
Quintana sacrificó su participación en los Juegos Olímpicos de Río en una decisión que tomó con su equipo Movistar. Aprovechó ese tiempo para aislarse y entrenar. Su cabeza estaba concentrada en la Vuelta a España e incluso evitó ver por televisión las competencias de ciclismo olímpico. El esfuerzo valió la pena. Este domingo, el colombiano se subió en lo más alto del podio, tras haber logrado una victoria de etapa en los míticos Lagos de Covadonga y consolidando su triunfo en un memorable ataque junto a Alberto Contador camino de Aramón Formigal.
Nairo quería ganar la Vuelta 2016 y hoy, durante los 104 kilómetros de la jornada entre Las Rozas y Madrid, volvió a hacer con los colombianos lo que parece que se propuso desde que representa al país: ponerlos a sonreír.