Varios líderes demócratas y activistas pro-inmigrantes rechazaron la explicación de FEMA porque consideran que el gobierno no debe desviar más fondos para la detención de inmigrantes.
La Administración Federal para la Gestión de Emergencias (FEMA) afirmó que el controvertido traslado de parte de su presupuesto para los centros de detención de inmigrantes de ICE no afectará en absoluto su respuesta al desastre que provoque el huracán “Florence” en la costa Este del país.
“Tenemos muchos recursos, tanto monetarios como personal y suministros, para responder a esta peligrosa tormenta… tenemos muchos recursos para responder, muchos recursos para la recuperación, y (el traslado de fondos) no ha impactado nuestra situación de ninguna manera”, afirmó Jeff Byard, un administrador adjunto de FEMA, durante una conferencia telefónica sobre los preparativos para la llegada del huracán Florence.
Según pronósticos oficiales, Florence es un “monstruo” que se avecina lentamente a la costa Este, con vientos sostenidos de 130 millas por hora y capaz de causar gran devastación.
En la actualidad, se encuentra a 530 millas al sureste de “Cape Fear”, en Carolina del Norte, y hoy es el último plazo para evacuar las zonas afectadas.
El Centro Nacional de Huracanes dijo que aunque el huracán bajará de velocidad entre esta noche y mañana por la mañana, seguirá siendo un ciclón “extremadamente peligroso”.
Clasificado como categoría cuatro, el huracán “Florence” ocasionará oleadas de hasta 20 pies de altura y entre 15 y 40 pulgadas de lluvia en algunas zonas, poniendo en riesgo a millones de habitantes en buena parte de las zonas costeras. De hecho, ya ha causado la cancelación o demora de centenares de vuelos.
Los vientos huracanados se extienden por 70 millas del centro de “Florence”, aunque también se esperan vientos con fuerza de tormenta tropical en un área de 175 millas, y partes de las Carolinas del Norte y Sur podrían afrontar condiciones de huracán “por 24 horas o más”, explicó Steve Goldstein, de la Administración Nacional para Océanos y la Atmósfera (NOAA).
Preparativos federales
FEMA insistió en que el gobierno está preparado para lo peor, y la agencia distribuyó un resumen de todos los preparativos de la Administración, incluyendo 27 “bases de apoyo” y centros de distribución de ayuda en toda la costa Este, el Caribe, Guam, Hawai y las Islas Marianas.
El gobierno también ha movilizado a 25 de sus 28 equipos urbanos de búsqueda y rescate, y otras agencias están aportando recursos.
Mientras, el Departamento de Salud y Recursos Humanos ha desplazado a cerca de 230 profesionales médicos y sus respectivos equipos en puntos estratégicos en Maryland y Carolina del Norte para ayudar en las labores de rescate, y tiene listo el despliegue de 200 ambulancias en Raleigh.
El presidente Donald Trump firmó una declaración de emergencia en Virginia y las Carolinas del Norte y Sur por el huracán “Florence”, lo que facilita la distribución de fondos federales para ayudar a los gobiernos estatales a responder a desastres naturales.
Trump causó nuevamente indignación al calificar ayer como un “éxito no reconocido” la respuesta de su gobierno al huracán “María” en Puerto Rico. Esto, pese a que la cifra de muertes actualizada se ubica en casi 3,000.
Desvío de fondos de FEMA a ICE
El senador demócrata de Oregón, Jeff Merkely, difundió un informe según el cual la Administración Trump desvió este verano casi $9,8 millones del presupuesto de FEMA para el año fiscal 2018 para destinarlo a la ampliación de centros de detención de inmigrantes de la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE).
Pero, según el documento, sin ese traslado de fondos, ICE no podría cumplir sus metas de detención de adultos para el año fiscal en curso.
Tyler Houlton, portavoz del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), al que pertenece FEMA, negó anoche en Twitter que se haya puesto en riesgo la capacidad de respuesta a emergencias, y que las restricciones en el proceso presupuestario prohíben un traslado semejante.
Así, Houlton aseguró que no hubo ningún traslado de fondos de desastre para las operaciones de ICE, y que los informes de prensa son un “penoso esfuerzo por empujar una agenda falsa”, cuando la Administración se centra en atender a los millones de habitantes en la mira de “un desastre catastrófico”.
Al parecer, FEMA y otras nueve agencias dentro del DHS, incluyendo la Guardia Costera, tuvieron que rebanar alrededor de un uno por ciento de sus presupuestos para apoyar los centros de detención de ICE.
FEMA distribuyó hoy una hoja de datos para negar la “desinformación” sobre los fondos, y afirmó que el traslado de fondos de su “cuenta operacional” no afectó el presupuesto de $25,000 millones para desastres y emergencias.
Ese presupuesto de emergencias es “25 veces mayor” que el monto transferido a ICE, y el impacto de ese traslado para las operaciones de respuesta y recuperación a desastres “es cero”, puntualizó FEMA.
Pero esa explicación no ha aplacado las críticas de Merkely y otros líderes demócratas ni de grupos pro-inmigrantes, que destacaron que el traslado de dinero de los contribuyentes es una decisión irresponsable al dar mayor prioridad a la detención de inmigrantes.
“Cada dólar cuenta para la respuesta a desastres, esté relacionado a operaciones o la distribución de ayuda sobre el terreno. Hemos visto la mala gestión de esta Administración para responder a los desastres en Texas y Florida (en 2017) y en todo el país… hay un patrón continuo en el que ICE usa toda opción posible para reforzar sus operaciones de detención y deportación” para ensañarse contra inmigrantes, dijo la Dreamer Claudia Yoli, activista en El Paso (Texas) de “United We Dream”
Espeluznante simulacro
Un simulacro que realizó FEMA a finales de abril y comienzos de mayo pasados determinó que, en el peor de los casos, el huracán “Florence” causará oleadas de hasta 15 pies de altura, lluvias torrenciales e inundaciones, bloqueo de carreteras, y extensos y prolongados apagones en algunas zonas debido al derribo de partes del tendido eléctrico.
Estos simulacros se llevan a cabo meses antes del inicio de la temporada de huracanes, entre junio y noviembre cada año, para medir la capacidad de respuesta a emergencias y coordinarse con gobiernos locales y estatales.
Tras el simulacro del huracán ficticio, que bautizaron como huracán “Cora”, las autoridades advirtieron de que el mayor impacto se sentirá en las Carolinas del Norte y el Sur, y que podría producir casi el mismo daño que el huracán “Katrina” en 2005. Otras partes de la zona central de la costa también se verían afectadas.
Los resultados del simulacro son preocupantes, tomando en cuenta que, incluso con las advertencias de los gobiernos locales y estatales, algunas personas en zonas afectadas se niegan a seguir las órdenes de evacuación, pensando que estarán a salvo del huracán al resguardar sus viviendas con tablas de madera.