Crece la preocupación de miles de indocumentados que se sentían a salvo.
Inmigrantes indocumentados que se encuentran en libertad luego que sus casos fueron cerrados por las cortes de inmigración deben estar preparados para enfrentarse a su expulsión de Estados Unidos.
Se conoció que el gobierno de Donald Trump logró reabrir entre marzo y mayo más de 1,300 casos de inmigrantes indocumentados que habían tenido sus procesos cerrados por no considerarse una prioridad para la deportación, según reporta Reuters.
Según el análisis de la Oficina Ejecutiva de Revisión de Inmigración (EOIR), la administración Trump ha reabierto más del 300% de casos que en el mismo periodo en 2016
Durante su gobierno Barack Obama había puesto una prioridad baja en deportar a los inmigrantes que no eran considerados como una amenaza significativa para la seguridad pública de EEUU. Esto permitió que miles de inmigrantes indocumentados pudiesen quedarse en el país en lo que volvía a verse su caso en el futuro.
Sin embargo los casos que hoy día se están reabriendo incluyen en su mayoría a indocumentados con delitos menores, tales como violaciones de tráfico entre otros.
“Este es un cambio radical”, dijo el ex presidente de la Asociación Americana de Abogados de Inmigración, David Leopold, a Reuters. “Antes, si alguien cometía un crimen después de que el caso se cerró, y se mostraba que la persona era una amenaza, entonces el caso se volvía a abrir. Ahora se están abriendo casos simplemente porque quieren deportar a más gente.”
Lo que preocupa a la comunidad indocumentada y a todos sus grupos defensores es la velocidad con lo que se están llevando a cabo la reapertura de estos procesos. Sin embargo la medida cumple con las promesas que la administración de Donald Trump hizo durante su campaña presidencial de ampliar los criterios para que más inmigrantes indocumentados fueran deportados.