El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, dijo que planea deportar rápidamente de dos a tres millones de indocumentados que, según asegura, tienen antecedentes criminales.
Ofrece así a sus seguidores una indicación de que piensa cumplir una de sus principales promesas de campaña: un fortalecimiento de las acciones contra los inmigrantes en situación irregular en Estados Unidos.
Pero la cifra de potenciales indocumentados por el gobierno de Donald Trump ha empezado a generar controversia.
Si bien nadie tiene una cifra exacta de cuantos tienen antecedentes criminales, muchos dudan que el número real sea tan elevado como el que menciona el presidente electo.
Desde el primer día
Es una controversia que empezó, por supuesto, en el primer día de la campaña de Trump por la presidencia, cuando el magnate retrató a los inmigrantes mexicanos como violadores y criminales, aunque, dijo, con excepciones.
La protesta por las declaraciones de Trump fue en ese momento muy extendida.
Tanto organizaciones de derechos civiles como otras entidades privadas, incluyendo importantes corporaciones empresariales, rechazaron en su momento que Trump impusiera el calificativo de criminales a la mayoría de los indocumentados.
El estimativo, ya de por si bastante impreciso, de 2 a 3 millones de personas a ser deportadas, que sugirió el presidente electo en su entrevista del domingo, parece ya no asumir que la mayoría de los indocumentados son criminales.
La cifra total de indocumentados en el país se estima en cerca de 11 millones de personas.
Sin embargo, dirán los críticos de Trump, su aparente objetivo de deportar hasta 3 millones de personas parece estar muy por encima de los estimativos de las personas con antecedentes criminales dentro del total de personas con situación migratoria irregular en Estados Unidos.
Diez veces menos
Según un informe del servicio de investigación del Congreso estadounidense, el número de indocumentados con antecedentes criminales en 2010 llegaba a alrededor de 178.000. O sea al menos diez veces menos del monto de personas que Trump dice querer deportar.
De acuerdo a Politifact, organización no gubernamental verificadora de datos, "aunque el discurso de Trump sugiere que las oleadas de inmigrantes equivalen a violencia, hay académicos que refutan ese mensaje".
Según otro reportaje del Verificador de Datos del diario The Washington Post, es posible que Trump haya llegado a la cifra que usó este domingo a partir de un informe de 2013 del Departamento de Seguridad Interna de su país, en el que se dice que hay "1,9 millones de extranjeros criminales removibles".
Pero ese número incluye a los residentes legales, así como las personas que están en el país con visas temporales.
En cambio, el Instituto de Políticas Migratorias, un centro de investigación estadounidense, ubica la cifra de indocumentados con antecedentes penales en 820.000 personas.
Pero aclara que el número incluye a muchas personas que enfrentan una condena por haber cruzado ilegalmente la frontera, no por otros delitos.
Obama deportó a millones
En cualquier caso, y pese a las anteriores cifras, vale la pena anotar que la deportación de 3 millones de personas por las autoridades migratorias de Estados Unidos no es un escenario tan difícil de imaginar.
Especialmente si se toma en cuenta que el actual presidente Barack Obama, en sus ocho años de gobierno ha llevado a cabo la deportación de más de 2 millones de personas.
Ahora bien, Trump promete hacerlo más rápido, lo que aumentaría el golpegenerado por esas medidas en las comunidades inmigrantes de Estados Unidos y podría dificultar la puesta en práctica de estas medidas.
De lo que no parece haber duda es que la llegada del multimillonario al poder parece ser el comienzo de un periodo de dificultades aún mayores para los indocumentados en Estados Unidos, tengan antecedentes criminales o no.
Y aunque las cifras que Trump sigue usando para equipararlos con criminales violentos no parecen tener mucho sustento académico, la presión política para deportar a muchos de los indocumentados no ha disminuido desde que fue uno de los factores que ayudó a elegir al controversial empresario a la Casa Blanca.