El pasado viernes 30 de junio Bertita Zúniga Cáceres (26 años) sufrió un intento de asesinato en su contra. Zúniga Cáceres es la hija de la líder indígena y activista medioambiental Berta Cáceres, asesinada en 2016.
Bertita y dos miembros de la organización en defensa de los derechos de los pueblos indígenas COPINH, Sotero Chavarría y Asunción Martínez, regresaban de una actividad comunitaria en el centro de Honduras cuando una camioneta negra bloqueó la carretera y trató de detener su vehículo. Tres asaltantes salieron de la camioneta y trataron de atacarlos, pero Zúniga y sus colegas lograron escapar.
El ataque tuvo lugar solo semanas después de que Zúniga fuera nombrada nueva directora de COPINH, el Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras, del que su madre, Berta Cáceres, también fue directora. Bertita ha aumentado su actividad como líder política en los últimos meses y continúa pidiendo que se investigue de forma independiente el asesinato de su madre, ocurrido el 2 de marzo de 2016.
AMY GOODMAN: Para saber más del ataque nos comunicamos con Bertita Zúniga Cáceres, desde La Esperanza, Honduras. Bienvenida a Democracy Now!
Me alegra que esté a salvo. ¿Nos puede contar qué pasó el viernes [30 de junio]
BERTITA ZÚNIGA CÁCERES: Bueno, un saludo muy grande para todos ustedes. Decirle que, el día viernes 30 de junio sufrimos un ataque regresando de una de las comunidades en las que hacemos un trabajo permanente. Nosotros nos transportábamos en uno de los carros de COPINH que es más conocido, y sabemos que [este ataque] tiene que ver también con la conflictividad instalada nuevamente por el tema del agua, las fuentes de agua, y también el papel de la agencia USAID, que está teniendo un papel importante en el conflicto suscitado en la comunidad y que dió producto al ataque.
En un primer momento nos bloqueó el paso, hombres armados con machetes y nos lanzaron una piedra al vehículo y luego nos persiguieron intentando sacarnos de la calle.
AMY GOODMAN: ¿Qué hicieron? ¿Cuándo se bajaron del vehículo?
BERTITA ZÚNIGA CÁCERES: Los tres hombres que estaban armados con machetes nos obstaculizaron el carro y pusieron sus machetes en posición de ataque para posiblemente dañar el vehículo, pensamos nosotros, y el conductor, al ver que ese intento fue fallido porque nosotros esquivamos por el lado derecho de la calle, pues nos lanzó una piedra a la ventana izquierda, que es la de conductor. En ese momento es que por lo menos yo tomé conciencia de que nos estaban atacando.
AMY GOODMAN: ¿Resultó usted herida de alguna manera?
BERTITA ZÚNIGA CÁCERES: No, nosotros no sufrimos ninguna lesión e incluso el vehículo tampoco lo pudieron sacar del carril de la calle. Pero bueno, obviamente nosotros nos alertamos porque pudo tener una consecuencia mayor. Y fue casi una suerte que no nos pasara nada más.
AMY GOODMAN: Esto sucede tan solo unas semanas después de que usted fuera nombrada líder de COPINH, la organización que su madre, la líder ambientalista y activista por los derechos indígenas, Berta Cáceres, dirigió antes de ser asesinada. ¿Usted cree que hay un vínculo entre su posición como directora de COPINH y lo que le sucedió el 30 de junio?
BERTITA ZÚNIGA CÁCERES: Bueno, yo pienso que la asamblea del COPINH, más allá de cambiar la estructura de la coordinación, también reorganiza todas las bases y la estructura completa, y pienso que eso es el resultado obviamente de un trabajo más efectivo en la defensa territorial, y obviamente ahí es que vienen las reacciones de los grupos económicos, trasnacionales o empresa privada que se ven afectadas con el trabajo del COPINH.
AMY GOODMAN: Esto también sucede justo después de que hiciera un video pidiendo apoyo para la ley propuesta por el congresista Hank Johnson que de ser aprobada acabaría que la ayuda militar de Estados Unidos a Honduras.
BERTITA ZÚNIGA CÁCERES: En concreto, la ley ordena la suspensión de toda la ayuda militar que Estados Unidos dá a Honduras hasta que el caso de asesinato de Berta Cáceres se resuelva de manera efectiva, pero no solo ese caso, sino también otros que han sido representativos, como los casos en la región del Bajo Aguán, y los casos de activistas ambientalistas hondureños y hondureñas que han muerto defendiendo la vida en este país.
AMY GOODMAN: ¿Puede hablar de la importancia del llamado que está haciendo y de si cree que puede haber algún vínculo con el intento de asesinato?
BERTITA ZÚNIGA CÁCERES: Esta propuesta de ley que promueve el cortar la ayuda militar de Estados Unidos a Honduras es una de las res-puestas más efectivas y más contundentes que se han dado luego del asesinato de mi mamá y compañera, Berta Cáceres. Para mí, es una de las acciones más significativas que, de lograrse, realmente sacudiría la impunidad de Honduras.
Inmediatamente después de que se hizo el anuncio de esta propuesta de ley tuvo mucha reacción, justamente de estos grupos económicos que tienen realmente el poder en Honduras y que forman parte de la estructura criminal que permite el asesinato. Nosotros no podíamos distinguir si este ataque tiene alguna relación directa con esta propuesta de ley. Pero sí sabemos que el que vaya caminando efectivamente, obviamente ha generado bastante incomodidad en la institucionalidad Hondureña, que es la que tiene un papel determinante en este crimen.
AMY GOODMAN: ¿Nos puede decir cual es la situación de esta lucha ahora, y la importancia de la represa? Para las personas que no han oído hablar de este tema, ¿Qué corporaciones están involucradas en lo que está ocurriendo?
BERTITA ZÚNIGA CÁCERES: Los bancos y fondos financiadores de este proyecto, que son el Banco Centroamericano para la Integración Económica, el Fondo de Desarrollo Holandés y el Fondo de Desarrollo Finlandés han anunciado sus intenciones de salir. Sin embargo, a más de un año, no han salido formalmente del proyecto hidroeléctrico y de su contrato con la empresa, y nosotros estamos exigiendo su salida inmediata y definitiva.
AMY GOODMAN: ¿Qué ha pasado con la investigación sobre los asesinos de su madre?
BERTITA ZÚNIGA CÁCERES: Hemos denunciado de manera permanente que la investigación ha estado llena de irregularidades. No se ha respetado el debido proceso. Hay ocho personas capturadas. Sin embargo, no se apunta a investigar quién es el autor intelectual del crimen que, por supuesto, es la cabeza de la estructura criminal que facilitó y generó su asesinato.
AMY GOODMAN: ¿Un último comentario sobre sus planes como nueva líder de COPINH, la organización que su madre lideraba cuando fue asesinada?
BERTITA ZÚNIGA CÁCERES: Aprovecharemos el espacio para hacer un llamado a la población estadounidense y a sus autoridades para apoyar esta ley llamada Berta Cáceres, ya que mientras la impunidad en este país no sea sancionada con acciones contundentes, las acciones de amenaza, hostigamiento e incluso asesinatos van a seguir sucediendo, y bueno, nosotros tampoco queremos ser víctimas y que finalmente solo nos queden los lamentos.
AMY GOODMAN: ¿Qué la hace tan valiente?
BERTITA ZÚNIGA CÁCERES: Nacimos en un pueblo de gran dignidad, muy valiente y también que las enseñanzas de mi mamá, Berta Cáceres, tienen que ver con cultivar una raíces de principio para luchar por cambiar la situación de nuestras comunidades y también de nuestro país.