La fallida tentativa de golpe de Estado en Turquía ha dado carta blanca al presidente Erdogan para emprender lo que no se atrevía a hacer antes.
Tras el fracasado golpe de Estado en Turquía perpetrado la noche del 15 de julio, la rápida reacción del presidenteRecep Tayyip Erdogan para lanzar represalias contra la disidencia ha dado pie a especulaciones de que fue él mismo quien puso en escena la intentona para apretar las tuercas a sus rivales.
El portal Meduza ha analizado diversos argumentos a favor y en contra de esta suposición que les presentamos a continuación.
Argumento 1: el "regalo de Dios"
Al conocer la sublevación, el presidente turco calificó la intentona de "regalo de Dios" que -dijo- ayudará a limpiar el Ejército de "miembros de esa banda", que "pagarán un alto precio por su traición". Esta declaración la hizo a su llegada al aeropuerto internacional de Estambul, donde se dirigió a sus partidarios.
Erdogan no tardó en acusar al clérigo Fethullah Gulen, quien residen en EE.UU., de ser el "cerebro" de la intentona y describiendo a su movimiento de "grupo terrorista armado".
En los días siguientes las autoridades turcas arrestaron a más de 6.000 personas y suspendieron a casi 9.000 policías y cesaron a 30 gobernadores.
Según algunos conspirólogos, la escala y rapidez de las represalias indican que las listas de detenciones podrían haber sido preparadas antes de la sublevación.
Argumento en contra: la declaración de Erdogan se podía explicar con emociones. Además, si hubiera estado detrás de la intentona, no está claro para qué insinuó su implicación en este caso.
Argumento 2: la declaración de Gulen
Gulen, de 75 años, sugirió el pasado sábado que el presidente turco y su Ejecutivo podrían haber ideado la tentativa de golpe de Estado.
El clérigo señaló que "existe la posibilidad de que el alzamiento fuese una puesta en escena, lo que podría generar nuevas acusaciones contra los 'gulenistas'".
Agregó que los que realizaron la intentona podrían tener varios motivos y apoyar tanto a un partido opositor como al partido nacionalista.
Argumento en contra: Gulen es un conocido enemigo del régimen y es típico de un opositor acusar a las autoridades de cualquier problema.
Argumento 3: el raro escenario de la intentona
Los conspirólogos aseguran que una verdadera intentona nunca comenzaría a las 10:00 de la noche del viernes y citan como ejemplo la sublevación de 1980, que estalló a las 05:00 de la mañana del domingo.
Lo que genera más sospechas es que los golpistas no cerraron el espacio aéreo ni las fronteras, ni tampoco trataron de tomar el control de los medios, o cortar la electricidad para privar a la población de acceso a la información.
Además muchos cuestionan el mensaje de Erdogan a la nación con ayuda del programa FaceTime en directo en el canal CNN-Türk, algo que aseguran sería imposible sin preparativos previos.
Otro argumento es que los golpistas no trataron de apresar a Erdogan en el hotel de Marmaris donde estaba veraneando.
Argumento en contra: los golpistas simplemente no estaban bien preparados. La mala organización podría deberse a la insuficiente cantidad de los golpistas.
Argumento 4: la intentona le dio carta blanca a Erdogan
Las represalias se apoyan en la condena general a los golpistas. Erdogan, quien perseguía a sus críticos antes de la sublevación, ahora cita a la voluntad de los ciudadanos para justificar sus reformas más radicales. Entre tales, ha admitido la reinstauración de la pena de muerte en el país.
Esta táctica podría compararse con el incendio del Reichstag en 1933, cuando el gobierno nazi de Adolf Hitler acusó a un joven comunista como responsable de aquello, lo que le sirvió de excusa para declarar el estado de emergencia en Alemania, suspender las libertades civiles, realizar arrestos masivos de opositores y así fundar el Estado fascista del Tercer Reich.
En este sentido, el corresponsal en Europa del portal de noticias Politico, Ryan Heath, citó a través de su cuenta en Twitter las palabras de su fuente en Turquía, según la cual el alzamiento del viernes fue un "golpe falso" que podría "ayudar a Erdogan en unas próximas elecciones de forma que le garantice una increíble mayoría de votos y, por lo tanto, otros 10 o 15 años de autoritarismo en una dictadura sufragada".
"Probablemente, veamos cambios a peor en la Constitución, donde el secularismo desaparecerá para dejar paso al islamismo", concluye.
Argumento en contra: Erdogan en realidad podría haber estado preparando las nuevas medidas represivas. Tal vez, estuviera esperando el momento apropiado. Pero esto no significa que estuviera preparando la intentona.