Tras décadas como una de las empresas de cosméticos más importantes del mundo, Revlon se declaró en bancarrota en Estados Unidos.
Sus ejecutivos aseguraron que el proceso de reestructuración de deuda le permitirá continuar atendiendo el mercado sin cesar sus operaciones.
"La declaración de hoy permitirá a Revlon ofrecer a nuestros consumidores los productos icónicos que les hemos entregado durante décadas, al mismo tiempo que nos proveerá de un camino más claro para nuestro crecimiento futuro", dijo Debra Perelman, directora ejecutiva de la empresa.
La compañía anunció que, tras recibir el visto bueno de los tribunales, accederá a US$575 millones de sus financistas para continuar su producción.
A principios de este año, Revlon advirtió que enfrentaba "restricciones de liquidez provocadas por los continuos desafíos globales, incluida la interrupción de la cadena de suministro y el aumento de la inflación".