Su Administración ha demandado a California en un tribunal federal por su política “santuario”, pero el presidente Donald Trump realizará su primer viaje a ese estado el próximo martes en son de paz y con un tono “positivo”, según afirmó la Casa Blanca.
Será el primer viaje de Trump como presidente en 14 meses, el período más prolongado de un mandatario sin visitar el estado más poblado del país y con gran significado para la economía estadounidense.
Durante su acostumbrada rueda de prensa, la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders, aseguró que el viaje de Trump a California será “increíblemente positivo”, pese a la acritud generada por su retórica antiinmigrante y sus ataques contra las autoridades locales y estatales en ese estado.
Sanders aprovechó para lanzar dardos contra el gobernador demócrata, Jerry Brown, quien ha promulgado tres leyes para proteger a los inmigrantes y que ahora son objeto de una demanda entablada por el fiscal general, Jeff Sessions, el martes pasado en un tribunal de Sacramento.
Sin mencionarlo por nombre, Sanders afirmó que “si hay alguien que se ha extralimitado y se niega a obedecer la ley migratoria federal”, es Brown.
“Vamos a lo que esperamos sea un viaje increíblemente positivo. El presidente irá a ver los prototipos a lo largo de la frontera, y también se reunirá con miembros de nuestras fuerzas armadas. Hablará con miembros de todas las cinco ramas del Ejército, y no pienso que eso sea otra cosa más que positiva”, afirmó.
California está bajo control demócrata, y las autoridades allí han enarbolado la defensa de los inmigrantes contra lo que perciben como excesos de los departamentos de Seguridad Nacional y de Justicia.
El director interino de la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE), Tom Homan, desde el año pasado ha acusado a las autoridades en ciudades “santuario” de poner en peligro la seguridad nacional y seguridad pública al dar cobijo a inmigrantes criminales.
Trump no ha realizado muchos viajes a otros estados de la nación, y la mayoría de los que ha hecho fuera de la capital estadounidense han sido a sus residencias en Nueva York y Florida.
También ha viajado a Pensilvania, Ohio, y Texas, estados que visitó con frecuencia durante su campaña electoral en 2016 y que ahora también son clave para los comicios legislativos del próximo 6 de noviembre, en los que su partido tratará de mantener el control de ambas cámaras del Congreso.
Trump viajará a la zona fronteriza con México en unos momentos en que el Congreso aún no aprueba su solicitud de $18,000 millones para la construcción del muro fronterizo, que ha causado fricciones tanto en las comunidades de la frontera como con el gobierno de Los Pinos.
Activistas de la comunidad inmigrante y fronteriza han condenado los planes de “militarización” de la zona y el efecto nocivo de la política migratoria de Trump, que busca incrementar las deportaciones de los inmigrantes indocumentados –aunque no tengan antecedentes criminales-, y, por ende, la separación de las familias.
Grupos pro-inmigrantes prevén organizar protestas contra la visita de Trump, pero también grupos que lo apoyan piensan tener presencia, por lo que las autoridades reforzarán las medidas de seguridad.
Un encuentro en el Despacho Oval, que autoridades de EEUU y México estaban organizando con el presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, fue cancelado recientemente por Los Pinos ante la insistencia de Trump en que México pague por el muro.
La Casa Blanca no ha divulgado detalles de las fechas del viaje de Trump a California, pero este diario obtuvo confirmación de que la Administración Federal de Aviación (FAA) ha impuesto una zona de restricción aérea en el área de San Diego para el próximo martes, y para Los Angeles el martes y miércoles próximos.
Se prevé que el mandatario viajará al sector de Otay Mesa para inspeccionar los ocho prototipos ya construidos de su prometido fronterizo.
Anticipándose a las protestas, el Departamento del Alguacil del Condado de San Diego dijo en un comunicado ayer que ha establecido “restricciones temporales” en la zona, en la que el estacionamiento estará restringido y se prohibirá el acceso al área de los prototipos con palos o cualquier tipo de arma.
Trump también participará en un acto de recaudación de fondos del Comité Nacional Republicano (RNC) en Los Angeles.