Se trata de una nave espacial con una misión secreta. Científicos aseguran que las actividades que realizó fueron de espionaje o de pruebas de armas espaciales.
Este domingo, la nave espacial X-37B aterrizó en el centro de la NASA, en Florida, tras dos años de partir con una misión secreta. Al aterrizar, la nave de nueve metros provocó una explosión sónica que se pudo oír a más de 300 kilómetros de distancia.
Según la fuerza aérea, el avión espacial, que despegó en el 2015, tenía el fin de reducir los riesgos y el desarrollo de tecnologías para vehículos reutilizables; sin embargo algunos especialistas señalaron que existe un secretismo en torno al viaje de la aeronave debido a que podría haber sido usado para las operaciones de inteligencia, incluyendo actividades de espionaje o pruebas de armas espaciales.
Su recorrido ha sido uno de los más duraderos tras estar más de 700 días en órbita. Ha realizado cuatro misiones y la quinta estaría prevista antes de que finalice el año.
Al aterrizar este domingo, la aeronave dejó una estruendosa explosión sónica y además hizo historia al llegar a Florida antes que a California.
"Pensé que alguien se había estrellado en mi garaje. Fue sólo un estallido sonoro. Gracias @NASA por el susto!", escribió una usuaria de Twitter.