Con la llegada de Trump a la Casa Blanca, abogados y activistas de inmigración están preocupados por el destino de los datos de los protegidos por DACA, un programa que el magnate prometió revocar. Grupos proinmigrantes quieren asegurarse de que la información de los dreamers que salieron de las sombras no sea utilizada para deportarlos.
El día después de la elección del magnate Donald Trump como presidente de EEUU, el director de una organización proinmigrante, Jorge Barón, lo ha pasado tratando de lanzar un mensaje de tranquilidad a los indocumentados que recurren a su oficina en busca de ayuda legal.
"Hemos llamado a la calma porque nada va a pasar por ahora hasta que no llegue el nuevo presidente y todavía hay tiempo para preparase para lo que pueda venir", dice Barón. El director de Northwest Immigrant Rights Project (NWIPR) confiesa estar aún desconcertado por el resultado de las elecciones y preocupado por el impacto que pueda tener en la comunidad inmigrante.
Y no es el único. En su oficina de Seattle, han recibido decenas de llamadas de personas preocupadas por la posibilidad de que agentes de inmigración fueran a buscarlos. También han recibido muchas preguntas de dreamers, los jóvenes que entraron al país de manera ilegal siendo niños y que fueron beneficiados por DACA, la Acción Diferida que aprobó el presidente Barack Obama. Esa medida los protegía de la deportación, pero ahora se sienten en un limbo por la llegada de Trump al poder y quieren saber qué deben hacer.
Entre las promesas de la campaña de Donald Trump en materia de inmigración está la deportación de los 11 millones de indocumentados que se estima que hay en EEUU y la revocación de las acciones ejecutivas migratorias emitidas por Obama, como el programa DACA que beneficia a más de 800,000 dreamers con una protección temporal de la deportación y permisos de trabajo renovables cada dos años.
El movimiento dreamer supuso la salida de las sombras de cientos de miles de jóvenes indocumentados que llegaron al país siendo niños y, aunque el futuro de ellos en el gobierno de Trump es incierto, abogados y activistas proinmigrantes están preocupados por el destino de los datos de quienes se acogieron a ese programa.
Por eso, desde NWIPR han decidido frenar las nuevas inscripciones al programa. "A quienes no han aplicado todavía para el programa DACA, que aún hay personas en esta situación, les hemos pedido que esperen a ver qué decisiones se toman, porque el riesgo es que una vez que aplica, ya la información queda en manos del gobierno", explica Barón en declaraciones a Univision Noticias.
Por el contrario, a quienes deben renovar su permiso de trabajo, la organización les recomienda hacerlo, salvo en el caso de quienes han tenido algun problema con la justicia, porque todavía existe la posibilidad de que renueven algunas autorizaciones de empleo antes de que acabe la administración Obama.
En ese consejo coincide la organización de dreamers United We Dream, que ha continuado con el trabajo de la renovación para que los jóvenes no pierdan sus empleos.
Además, según explica su directora, Cristina Jiménez, en su grupo también están preocupados por los datos de los solicitantes de DACA que en este momento tiene el servicio de inmigración estadounidense, por lo que ya ha comenzado gestiones con el gobierno.
"Estamos abogando con la administración del presidente Obama de que se cuide esa información para que no pueda ser utilizada con motivos de deportación. Queremos que esta información se proteja de manera estricta y confidencial", afirma Jiménez en declaraciones a Univision Noticias.
United We Dream no ha tomado por el momento ninguna decisión respecto a las nuevas inscripciones, algo que aún está analizando.
Lo que tienen claro las organizaciones que trabajan con los migrantes es que la llegada de Trump será un incentivo para seguir protegiendo sus derechos y recuerdan a los indocumentados que, aunque no tengan papeles, tienen los mismos derechos que cualquier otro ciudadano.
"Nuestros propios padres nos recordaron de la valentía y la resistencia que lideraron al venir este país y es la fortaleza que tenemos en este momento. Sabemos que los ataques (de Trump) fueron reales, pero eso no nos va a parar porque organizando a la comunidad hemos tenido muchas victorias y vamos a seguir organizándonos. Nosotros estamos acá sin papeles, hemos perdido el miedo y estamos aquí porque este es nuestro país y no nos vamos a ir", apunta Jiménez.
Por el momento, su grupo ha convocado varias movilizaciones para lanzar el mensaje de que no les van a intimidar y seguirá informando a la comunidad de sus derechos en caso de que enfrenten deportación con progrmas como Migra Watch.
Además de la cancelación de las acciones ejecutivas migratorias y la deportación de 11 millones de indocumentados en 18 meses, Trump dijo que construirá un muro a todo lo largo de la frontera con México para poner fin al cruce de indocumentados.