Kaine acepta nominación a la vicepresidencia demócrata, mientras los partidarios de Bernie Sanders intentan aguar la fiesta del partido.
Dirigiéndose ante la corte de la opinión pública, a menos de cuatro meses de los comicios generales, el presidente Barack Obama presentó los principales argumentos para respaldar a Hillary Clinton como la próxima presidenta de EEUU y rechazar su rival republicano, Donald Trump.
“Sin importar cuánto intenta la gente tumbarla, ella (Clinton) nunca, nunca se rinde“ y “nunca ha habido un hombre o una mujer más calificada que Hillary Clinton para ser presidenta de EEUU”, dijo Obama, recibido con una prolongada ovación y consignas de “Sí se puede” y “te queremos”.
Su cuarto discurso en las convenciones del partido –el primero ocurrió en 2004-, sirvió como una especie de carrera de relevo a su posible sucesora y para destacar los logros de su presidencia en torno a la economía, la seguridad nacional, la defensa y la seguridad nacional.
También argumentó una y otra vez que las propuestas de gobierno de Clinton son suficientes razones para votar por ella el 8 de noviembre.
Su discurso fue precedido por un cortometraje halagüeño sobre su presidencia y calidez humana, lo que hizo rugir al auditorio en el Wells Fargo Center, convertido en una verdadera fortaleza y vigilado desde el aire por helicópteros.
La convención en sí fue un saco de boxeo colectivo contra Trump, mientras hubo reconocimiento a la labor del senador y exrival de Clinton, Bernie Sanders.
No apto para la presidencia
Antes de Obama, que sirvió de cierre de telón al tercer día del cónclave demócrata, hablaron otros líderes del partido, incluyendo el vicepresidente, Joe Biden, el gobernador de California, Jerry Brown, y el exalcalde independiente de Nueva York, Michael Bloomberg.
En su turno, Biden encendió a los casi 5,000 delegados que llevaban horas aplaudiendo, y agitando banderas y carteles con mensajes de apoyo a Clinton.
Calificando a Trump prácticamente como un empresario inepto, Biden aseguró que Clinton será quien escriba el próximo capítulo del “siglo americano”.
Por su parte, Bloomberg, afirmó que Clinton no es perfecta pero es la opción “responsable” para liderar al país, y sugirió que Trump es un estafador y un “peligroso demagogo”.
“En mi mente no queda duda de que Hillary Clinton es la opción correcta para la presidencia”, afirmó Bloomberg, quien lanzó un “Dios nos libre!” si Trump gana y dirige el país como sus empresas.
El “sí” de Kaine
Ante unas encuestas que muestran un bajo apoyo de los hombres blancos, Clinton seleccionó como compañero de fórmula al senador demócrata y ex gobernador de Virginia, Tim Kaine, quien tiene una reputación de forjar consenso con opositores, habla español, tiene experiencia en asuntos de defensa y relaciones internacionales, y no ha perdido ni una elección en carrera de servicio público.
Tras recibir un baño de multitudes, Kaine ofreció un enérgico discurso que salpicó con palabras y frases en español como “Sí se puede”, para aceptar la nominación a la vicepresidencia del partido.
“Por quienes sabemos que el futuro más brillante para nuestro país es el que construimos juntos y para mi amiga Hillary Clinton, acepto humildemente la nominación de mi partido para ser vicepresidente de EEUU”,dijo Kaine, quien describió a Clinton en español como una “compañera del alma”.
Azuzando a los delegados, Kaine la presentó como una “apasionada” defensora de los desprotegidos mientras que, en contraste, Trump es un probado egocéntrico.
Cada testimonio estuvo pensado para defender el historial y experiencia de Clinton, como el de José Arriagada, sobreviviente y amigo de víctimas de la masacre de 49 personas, la mayoría homosexuales, en el club nocturno en “Pulse” en Orlando (Florida) el mes pasado.
“El mensaje es que tenemos que estar juntos porque separados no podemos hacer nada… esta nación es un ejemplo para todo el mundo, y si queremos ser un ejemplo tenemos que partir de acá con amor, por eso tenemos que pelear “, dijo Arriagada en declaraciones a un pequeño grupo de medios en español, incluyendo este medio.
Arriagada conoció en persona a Clinton la semana pasada y aseguró que ésta le dio “la sensación de seguridad” y, a su juicio, “todo este país tiene que apoyar a Clinton.
Heridas abiertas
La convención, coreografiada hasta el último detalle para proyectar un ambiente de fiesta y un mensaje de unidad, no ha estado libre de controversia. En un día centrado en la seguridad nacional y económica del país, Trump sugirió que Rusia realizara espionaje y accediera a los desaparecidos correos electrónicos de Clinton que estuvieron sujetos a investigación por el uso de un servidor personal cuando fue secretaria de Estado.
Tampoco se ha librado de las constantes protestas dentro y fuera del Wells Fargo Center de un reducto de partidarios del exrival de Clinton, el senador Bernie Sanders.
Aún cuando Sanders ha prometido ayudar a Clinton a ser elegida en noviembre y continuar en paralelo su “revolución política”, algunos de sus fieles seguidores no aceptan derrota.
En esta ocasión, los actores Susan Sarandon, Rosario Dawson y Danny Glover, llegaron a la carpa blanca donde se aloja la prensa escrita para denunciar la presunta conspiración del Comité Nacional Demócrata para torpedear la candidatura de Sanders.
Varios delegados y partidarios de Sanders entraron gritando consignas de apoyo a Nina Turner, una partidaria de Sanders de Ohio que, según ellos, fue “silenciada” por el DNC.
Mónica Rizo, una enfermera del norte de California y delegada de Sanders, explicó que rechazan el llamado de unidad del DNC por el trato que le dieron a Turner.
“Mostraron (en la convención) un video en el que eliminaron el testimonio de Turner, la silenciaron y es una enorme falta de respeto. El DNC está haciendo cosas corruptas, mintiendo, pero nuestro movimiento va a continuar”, dijo Rizo, miembro del sindicato National Nurses United.
Pero el analista Fernand R. Amandi, de la empresa Bendixen & Amandi International, afirmó que, por un lado, cada declaración bombástica de Trump beneficia y une más a los demócratas, y en el caso de las protestas a favor de Sanders, “el viernes o el lunes quedarán olvidadas”.
“El electorado no está enfocado en las polémicas internas, y la atención se volcará a la pelea entre Clinton entre Trump, y veremos a un partido unido para prevenir el ascenso de Trump a la Casa Blanca”, puntualizó.
En todo caso, las convenciones son una “burbuja” en la que habita la barra brava de cada partido, y la verdadera prueba de la campaña de convencimiento de los demócratas será el próximo 8 de noviembre.