Se trata de una transmisión muy excepcional, porque los controles no detectaron células tumorales.
Algunos trasplantes de órganos pueden pasar enfermedades infecciosas de donantes y receptores en casos raros. Pero aun mas raro es que los trasplantes puedan transmitir el cáncer, como lo demostró un caso reciente en Europa.
En lo que ha sido descrito como un “caso extraordinario”, cuatro personas desarrollaron cáncer de mama luego de recibir órganos del mismo donante, de acuerdo a un estudio publicado American Journal of Transplantation.
Tres de los pacientes fallecieron del cáncer, lo que denota “las consecuencias a menudo fatales del cáncer de mama derivado de una donación”, escribieron los autores en el reporte lanzado en julio pero que recién causó revuelo en medios internacionales.
Cáncer no detectado
La donante de 53 años falleció de un derrame cerebral en Holanda, en 2007, de acuerdo al reporte escrito por investigadores en Países Bajos y Alemania. Ella no conocía de condiciones que la descalificaban como donante de órganos, y en las pruebas que se le realizaron no arrojó signos de cáncer. Los médicos trasplantaron hígado, pulmones, riñones y corazón en distintos beneficiarios. El que recibió el corazón murió por causas no relacionadas al trasplante.
Pero 16 meses más tarde, la mujer que recibió el pulmón se enfermó y se supo que tenía cáncer en los nudos linfáticos en su cuello. Un análisis de las células de cáncer reveló que, de hecho, eran células de cáncer de mama y el ADN de las mismas arrojó que estas provenían de la donante. El cáncer se expandió en la receptora y esta murió luego de un año del diagnóstico.
En aquel momento, los tres pacientes restantes que estaban vivos fueron avisados. Los médicos les dijeron que el receptor falleció de un cáncer ligado al trasplante. Los pacientes se sometieron a pruebas que dieron inicialmente negativas.
Pero el 2011, a la paciente que recibió el hígado se le detectó cáncer en el mismo. Ella prefirió no someterse a un nuevo trasplante por temor a posibles complicaciones. Un tratamiento de radioterapia ayudó al inicio, pero el cáncer volvió y la paciente murió el 2014.
El paciente que recibió el riñón izquierdo fue diagnosticado de cáncer el 2013, seis años después del trasplante. Murió dos años después, puesto que el cáncer ya se había expandido. Otro paciente de 32 años, que había recibido el riñón derecho, también había sido diagnosticado de cáncer, pero los médicos pudieron retirar el órgano. También pasó por quimioterapia: hoy lleva 10 años sin cáncer luego del trasplante.
La detección de cáncer en trasplantes es efectiva
De acuerdo a Lewis Teperman, director de trasplantes en la clínica Northwell Health, EEUU, pasar cáncer por trasplante de órganos es “un evento muy, muy poco común”. Ocurre entre 1 y 5 de 10.000 personas, de acuerdo al reporte. Los filtros son bastante seguros, dijo el experto a LiveScience. Los donantes pasan rigurosos monitoreos de visión por computadora, historial familiar de enfermedades, y múltiples pruebas de laboratorio.
En este caso, el donante de 53 años pasó por exámenes físicos, ultrasonido del abdomen y al corazón, y rayos X al pecho y un examen a las vías respiratorias.
Pese a los filtros, es imposible ver todo y hay pequeñas posibilidades de que un donante tenga un mal no detectado que pueda ser transmitido. En el caso de esta historia, el paciente habría tenido “micrometástasis” o grupos de células cancerígenas muy pequeñas para ser detectadas. Otro factor habrían sido las drogas para suprimir el sistema inmunológico que ayudan al paciente a rechazar órganos foráneos; las células cancerígenas no fueron rechazadas tampoco.
El reporte concluyó que el índice bajo de cáncer por transmisión a través de trasplantes significa que las prácticas actuales de detección de problemas en órganos para donación son efectivas”. Finalmente, si un receptor contrae cáncer de un donante, el estudio recomienda a los médicos que consideren retirar trasplantes de pacientes que hayan recibido órganos del referido donante.