Con un diámetro de 500 metros, es el radiotelescopio más grande del mundo.
Está emplazado en un cráter natural en la provincia de Guizhou, en el este de China, y está rodeado de montañas.
Los trabajadores que forman parte del equipo que ha estado construyendo este coloso le están poniendo los toques finales a la estructura que se prevé esté totalmente terminada en septiembre.
Mientras algunos telescopios, como el telescopio espacial de Hubble, usa la luz para ver el Universo visible, un radiotelescopio es como un gigante que "escucha" y capta ondas electromagnéticas emitidas por los objetos ubicados en las profundidades del espacio.
Esa es la razón por la que necesitan platos grandes, pues así pueden recoger más señales. Y este es inmenso.