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Congreso acusa a la NFL de influir en estudio del gobierno de EE.UU.

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WASHINGTON -- Al menos media docena de oficiales de salud de la NFL realizaron una campaña oculta e inadecuada el año pasado para incluir en una investigación del gobierno de los Estados Unidos sobre el fútbol americano y las enfermedades cerebrales, concluyeron investigadores del congreso en un reporte obtenido por Outside the Lines.

El informe de 91 páginas describe cómo la NFL presionó a los Institutos Nacionales de Salud (NIH por sus siglas en inglés) de retirar un proyecto de 16 millones de dólares a un prominente investigador de la Universidad de Boston y trataron de redirigir el dinero a miembros del comité de la liga sobre lesiones cerebrales. El estudio iba a ser financiado con la donación de 30 millones "sin restricciones" que la NFL otorgó a la NIH en el 2012.

Después que la NIH rechazó la campaña de la NFL para retirar a Robert Stern, un experto en enfermedades neurodegenerativas que ha criticado a la liga, la NFL retiró un acuerdo firmado para pagar por el estudio, demuestra el reporte. Los contribuyentes terminaron cubriendo el costo en su lugar.

Las acciones de la NFL violaron las políticas que prohíben que los donantes privados interfieran con el proceso de revisión de la NIH, concluye el reporte, y fue parte de un "patrón de muchos intentos" por parte de la liga de dar forma a la investigación sobre las conmociones para sus propios propósitos.

"En este caso, nuestra investigación ha demostrado que si bien la NFL había anunciado públicamente su participación en financiamiento de una investigación importante, estaba intentando de manera privada de influir en esa investigación", señala el reporte.

Miembros demócratas del comité de energía y comercio pusieron en marcha la investigación en diciembre luego que Outside the Lines reportó que la NFL dio un paso al costado en el estudio de siete años, que tiene como objetivo encontrar métodos para detectar --en pacientes con vida-- la encefalopatía traumática crónica (CTE por sus siglas en inglés), una enfermedad encontrada en una docena de jugadores de la NFL ya fallecidos.

El reporte también demuestra lo siguiente

  • El copresidente del comité de la NFL sobre lesiones cerebrales, Dr. Richard Ellenbogen, fue uno de los "defensores principales" de la liga para oponerse a Stern, a pesar que Ellenbogen había solicitado la misma concesión. Ellenbogen negó previamente a Outside the Lines que trató de influir en la NIH, sin embargo, el reporte critica duramente sus acciones.

  • La NFL fue advertida que los contribuyentes tendrían que asumir el costo del estudio de 16 millones y que la NIH sería "incapaz de financiar otras investigaciones por varios años" si la liga retiraba su apoyo. La NFL ofreció un pago de 2 millones de última hora después que un intermediario sugirió que una contribución parcial "ayudaría a disminuir la crítica". La NIH rechazó la oferta.

  • Incluso después que un panel de revisión de la NIH confirmó el financiamiento a Stern, la NFL buscó canalizar los 16 millones a otro proyecto que involucraría a miembros del comité de lesiones cerebrales de la liga. El plan habría permitido a los investigadores de la NFL evitar el riguroso proceso de revisión de la NIH. El director de la NIH, Francis Collins, rechazó la idea.

El representante Frank Pallone Jr., de New Jersey, dijo a Outside the Lines que los intentos de la NFL por influir en la NIH amenazaban con poner en riesgo la integridad de la investigación.

"Una vez que tienes a alguien que está involucrado a fondo con la NFL tratando de influir en qué tipo de investigación se realiza, se rompe esa cadena que garantiza la integridad, y eso es lo que creo que es tan importante aquí", sentenció Pallone. "Afortunadamente, la NIH no mordió el anzuelo. No debía ser un juego manipulado. Si lo es, entonces la gente no sabrá en realidad si lo que encontramos a través de esta investigación es preciso".

La NFL ha negado en repetidas ocasiones que retuvo los fondos debido a objeciones por Stern, profesor de neurología y neurocirugía y director de investigación clínica en el centro de estudio del CTE en la Universidad de Boston. Sin embargo, en correos electrónicos y llamadas telefónicas documentadas por los investigadores del congreso, oficiales de la liga indicaron que creían que Stern estaba sesgado y su selección manchada por un conflicto de interés porque uno de los encargados de revisar su trabajo había aparecido previamente en una revista científica con uno de los colegas de Stern. La NIH indicó que esas acusaciones eran infundadas.

Jeff Miller, vicepresidente ejecutivo de salud y seguridad de la NFL, dijo a los investigadores que la NFL externó sus preocupaciones a través de los conductos apropiados y creía que no había hecho nada fuera de lo común.

La NFL no quiso emitir un comunicado porque no estaba al tanto del reporte.

Sin embargo, el Dr. Walter Koroshetz, quien dirige el instituto nacional de enfermedades neurológicas de la NIH, describió la campaña de la NFL como algo sin precedentes, señalando que los investigadores que él "no tenía conocimiento de una instancia" en la que un donador privado intentara intervenir en el proceso de selección de financiamiento de la NIH.

"Ellos querían lucir como los buenos, como si estuvieran dando dinero para esta investigación", refirió Pallone, miembro del comité de energía y comercio. "Pero tan pronto descubrieron que podría ser alguien que no les agrada quien hiciera la investigación, dieron marcha atrás a su compromiso".

De acuerdo a un plan de investigación de cinco páginas proporcionado en el reporte, la NFL acordó los objetivos del estudio sobre CTE en julio del 2014 y comprometió 16,325,245 dólares. El documento fue firmado por el consejero general de la NFL Jeff Pash junto con representantes de la NIH y la fundación para la NIH (FNIH). Además de recaudar dinero, la FNIH fue creada por el congreso para ayudar a preservar la independencia de la NIH, la institución biomédica más grande la nación.

El reporte indica que la FNIH "falló" en ese papel, lo que resultó en que la NFL "burlara los protocolos adecuados de comunicación, intentando influir en la selección de la NIH sobre los beneficiarios de los financiamientos, violando en última instancia su obligación de proporcionar fondos". La FNHI no emitió comentarios al respecto este lunes.

La NFL registró por primera vez sus preocupaciones en la primavera del 2015, luego que la NIH notificara a Stern que su grupo había sido seleccionado. Como reportó previamente Outside the Lines, la propuesta de competencia por el financiamiento estaba encabezada por Kevin Guskiewicz, un prominente investigador de conmociones que dirige el subcomité de equipamiento de seguridad y reglas de juego de la NFL, e contaba a otros tres asesores de la NFL, incluyendo a Ellenbogen.

El 17 de junio, el Dr. Elliot Pellman, director médico de la NFL que alguna vez el desacreditado programa de investigación de conmociones de la liga, envió un correo electrónico a la Dra. Maria Freire, directora ejecutiva de la FNIH, para informarle que la NFL tenía "importantes preocupaciones respecto a la Universidad de Boston y su capacidad para ser imparcial y colaborar". Pidió a Freire "frenar el proceso hasta que todos tengamos la oportunidad de hablar y resolver esto".

Freire reenvió el correo electrónico a Koroshetz.

"Sí, sabíamos que esto iba a suceder", respondió Koroshetz al día siguiente, de acuerdo al reporte. "Hay mucha historia aquí. Sin embargo, nuestro proceso no estuvo contaminado. El problema, por supuesto, es que el grupo de Stern está encabezado que destaparon la ciencia, y los propietarios de la NFL creen que ellos son los que crearon el problema".

Menos de una semana después, el director de salud y consejero médico de la NFL, Dr. Betsy Nabel, escribió un correo electrónico a Koroshetz directamente. Adjuntó una declaración jurada de 61 páginas que Stern había enviado en apoyo a jugadores que se opusieron al acuerdo para solucionar la demanda colectiva contra la NFL en el 2014.

"Espero que este grupo pueda realizar su investigación de manera imparcial", sentenció Nabel, de acuerdo al reporte.

El 29 de junio, la FNIH organizó una conferencia telefónica para discutir las objeciones de la NFL. Junto con Miller, el reporte señala que la NFL estaba representada por Ellenbogen y el Dr. Hunt Batjer --copresidente del comité de cabeza, cuello y espina dorsal, que ayudó a establecer las políticas de conmociones de la liga-- y otro miembro del comité, Dr. Mitch Berger (Durante la semana del Super Bowl en febrero, Berger acaparó los titulares al señalar que no creía que hubiese una relación entre el fútbol americano y las enfermedades cerebrales).

En conferencia telefónica, la NFL expresó su preocupación sobre la supuesta parcialidad de Stern y el posible conflicto de intereses durante el proceso de revisión.

Koroshetz dijo a los investigadores que poco después, Ellenbogen llamó de nuevo para reiterar que "que podría no recomendar que la NFL financiara el estudio de la Universidad de Boston porque creía que el Dr. Stern tenía conflicto de interés y que el proceso de solicitud había sido parcial".

Ellenbogen negó previamente a Outside the Lines que fuera parte de un esfuerzo de la liga por influir en el financiamiento, indicando que no conoce a Stern "y por lo tanto no tengo una opinión de él".

El reporte critica particularmente a Ellenbogen, quien dirige el departamento de cirugía neurológica en la Universidad de Washington, por intervenir como solicitante y representante de la NFL.

"El Dr. Ellenbogen es el principal ejemplo del conflicto de interés entre su participación como investigador y su papel como asesor de la NFL", indica el reporte. "Ha sido parte de un grupo que solicitó el financiamiento de 16 millones. Después que su grupo no fue elegido, el Dr. Ellenbogen se convirtió en uno de los principales defensores de la NFL al expresar su preocupación por el proceso con la selección de la Universidad de Boston. Esta serie de eventos plantea serias dudas sobre la parcialidad del Dr. Ellenbogen".

En diciembre, días antes que el estudio fuera anunciado, la NFL ofreció contribuir con 2 millones, refirió Miller a los investigadores.

Al mismo tiempo, la NFL estaba continuando sus esfuerzos por redirigir los 16 millones a sus propios investigadores, de acuerdo al reporte.

Otro miembro del comité de cabeza, cuello y espina dorsal de la NFL, Dr. Russell Lonser, ex investigador de la NIH, se puso en contacto con un oficial de la NIH para explorar el uso de 16 millones para un proyecto que involucraría a los mismos asesores de la NFL. De acuerdo al plan, los investigadores no serían sujetos a revisión por parte de otros investigadores del NIH.

El reporte señala que las acciones de Lonser fueron "inapropiadas" y "en contravención directa a las políticas de la NIH que prohíben que los donantes participen en el proceso de selección".

Los investigadores del congreso celebran el liderazgo de la NIH por mantener "la integridad de la ciencia y el proceso de revisión", pero agrega que la NIH "pudo haber llegado demasiado lejos en su intento por complacer a la NFL".

El reporte, que será distribuido a oficiales de la NFL, la NIH y FNIH, recomienda que los tres grupos modifiquen sus acuerdos actuales para asegurarse que "cada parte tiene un claro entendimiento de su papel para el resto de la sociedad". El comité del congreso continuará con la NIH y la FNIH en sus recomendaciones, que incluirán establecer directrices más claras para los donantes y su comunicación con oficiales de la NIH.

El estudio de Stern, que incluirá 50 investigadores de 17 institutos y cientos de ex jugadores colegiales y de la NFL, que participarán como sujetos, oficialmente comenzará la próxima semana en Boston

Pallone indicó a Outside the Lines que las acciones de la NFL perjudican principalmente a los jugadores de la liga:"Se les dice que en realidad no pueden confiar en que la NFL hará lo correcto".

El director ejecutivo de la Asociación de Jugadores de la NFL (NFLPA por sus siglas en inglés), DeMaurice Smith, dijo en SportsCenter este lunes que el sindicato decidió, hace años, separarse de la NFL en estos asuntos debido al historias en conflicto de la liga acerca de la investigación cerebral. Dijo que la liga no tiene un compromiso por la salud y seguridad de sus jugadores.

"Es uno de los reportes más preocupantes y perturbadores que he visto", dijo Smith este lunes sobre el reporte de Outside de Lines, agregando que no estaba sorprendido. "Reafirma el hecho que la liga tiene su propia opinión sobre cómo se preocupan por los jugadores en la NFL".

Pallone dije que espera que el reporte obligue a la liga a hacer cambios.

"La historia con la liga es que, si los atrapas, entonces comienzan a escuchar", concluyó Pallone.

el Guardian

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